#2
sábado, 12 de mayo de 2012
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Estoy desinspirada, pero quería escribir algo.
Despertar
Debería dejar de llorar.
Debería. Pero no puede.
Otra vez lo mismo. Dejo de contarlas luego de la duodécima vez, ya no tenía sentido.
Es casi cómo un ritual. Antes era los viernes por la noche, luego se le agregaron los sábados y ahora podría ser jueves o lunes o cualquier otro día. Todos los días. No importaba, casi siempre era igual.
Su padre llega cansado de la fábrica. Cansado y un poco borracho (siempre pasa un rato por el bar 'para despejarse' dice él). 'Todo el día rompiéndome el culo cómo un hijo de puta, llego y no hay nada para comer. ¿Qué mierda se supone que hiciste en todo el día, puta?' La frase cambia, los insultos también pero casi siempre es así. Y no sabe que contestar. Prepara la comida siempre que puede, pero a veces se le olvida (consciente o inconscientemente) y otras decide no hacerlo. ¿Para que gastarse? Si no es la comida, será otra cosa. Siempre hay una nueva excusa. Siempre.
Luego llegan los golpes, la sangre en el suelo de la cocina, o quizás de su habitación o de cualquier parte de la casa. Los gritos, los 'No me toques.' de ella, los 'Hago lo que quiero, porqué soy tu padre' de él. Y finalmente, los llantos.
No quiere hacerlo, no quiere darle la satisfacción a su padre. Él la deja llorando, sangrando, tirada en el suelo y se va a ver televisión.
Siempre la misma pesadilla, y lo peor es que no puede despertar, porque es real.
15:59
#2
sábado, 12 de mayo de 2012 || 15:59
Estoy desinspirada, pero quería escribir algo.
Despertar
Debería dejar de llorar.
Debería. Pero no puede.
Otra vez lo mismo. Dejo de contarlas luego de la duodécima vez, ya no tenía sentido.
Es casi cómo un ritual. Antes era los viernes por la noche, luego se le agregaron los sábados y ahora podría ser jueves o lunes o cualquier otro día. Todos los días. No importaba, casi siempre era igual.
Su padre llega cansado de la fábrica. Cansado y un poco borracho (siempre pasa un rato por el bar 'para despejarse' dice él). 'Todo el día rompiéndome el culo cómo un hijo de puta, llego y no hay nada para comer. ¿Qué mierda se supone que hiciste en todo el día, puta?' La frase cambia, los insultos también pero casi siempre es así. Y no sabe que contestar. Prepara la comida siempre que puede, pero a veces se le olvida (consciente o inconscientemente) y otras decide no hacerlo. ¿Para que gastarse? Si no es la comida, será otra cosa. Siempre hay una nueva excusa. Siempre.
Luego llegan los golpes, la sangre en el suelo de la cocina, o quizás de su habitación o de cualquier parte de la casa. Los gritos, los 'No me toques.' de ella, los 'Hago lo que quiero, porqué soy tu padre' de él. Y finalmente, los llantos.
No quiere hacerlo, no quiere darle la satisfacción a su padre. Él la deja llorando, sangrando, tirada en el suelo y se va a ver televisión.
Siempre la misma pesadilla, y lo peor es que no puede despertar, porque es real.
About The Girl
Tienes tanto miedo que podrías llorar. Podrías llorar e ir a esconderte debajo de la cama, cómo hacías cuando eras pequeña. Tienes tanto miedo que podrías gritar tanto que te quedarías sin voz. Pero en cambio sonríes. Una sonrisa adorna tu rostro, porque eres fuerte. Eres más fuerte que los demás, eres más fuerte que nadie y no dejarás que el miedo te gane. Te mueres de miedo por dentro, pero por fuera sonríes.
Tienes miedo porque ya no eres una niña, el mundo es injusto y acabas de darte cuenta. Nada volverá a ser como antes y eso te asusta. Tienes miedo porque estás creciendo y te quieren convencer que todo va a estar bien. Pero no lo está. No está nada bien, nada en tu vida está bien y quieres llorar otra vez.
Llorar una y otra vez, y esconderte, y gritar, y volverte invisible. O tal vez morir.
Todo porqué te empiezas a fijar en cosas que no te fijabas antes. Antes, todo era juegos y nuevos amigos. Tenías un montón de amigos, eras casi la líder de tu grupo. Ahora, todo es dolor, prejuicios y llanto. Todo eso de ‘no soy lo suficientemente flaca’, ‘nadie me querrá si soy gorda’ y ‘ojala me muera.’ Te volviste la persona más superficial de la tierra. ¿Dónde están todos los amigos que creías tener cuando eras pequeña? Se esfumaron. Ahora quedan dos o tres, con suerte. Y muchos otros, que ni siquiera conoces pero te están apoyando a través de un monitor. Esos que enserio te entienden y en los que confías más que en cualquiera. Y es difícil, es tan difícil. Todos dicen ‘la adolescencia es la mejor etapa’, pero tú no te puedes dar cuenta de eso. Y la estás malgastando con sufrimiento. La estás malgastando con cosas que no importaran mañana. Es un poco drástico, pero deberías vivir sin preocupaciones, casi como si fuera tu último día. Pero no te sale, y te amargas y sufres y mientes con tu hermosa sonrisa mientras dentro estás muerta. Muerta muerta muerta.
Pero en el fondo, quieres vivir.
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